La Gessera, Caseres, un enfoque desde la Radiestesia


La Gessera, Caseres


Introducción

El yacimiento de la Gessera, en Caseres (Tarragona) presenta unas características readiestésicas muy particulares y nada habituales: según la posición y la "actitud" del observador, se pueden tener hasta 3 situaciones energéticas diferentes en el mismo sitio. No sólo presenta niveles energéticos diferentes sino que, según el caso, las líneas Hartmann y Curry se desplazan sin que nadie, al menos conscientemente, haga nada. Que, ante la presencia humana, un lugar cambie de nivel energético y se desplacen las líneas Hartmann y Curry es algo absolutamente insólito. Este es el proceso:



- si observamos el yacimiento desde la lejanía (nuestra propia casa, por ejemplo) o desde el exterior del yacimiento a una cierta distancia, tendremos un nivel de 13.000 ubv y una disposición aparentemente "normal" de las líneas Hartmann y Curry, según indico en el gráfico que presento más adelante.

- cuando entramos en La Gessera, el nivel de los vórtices baja a 5.000 ubv. Las líneas Hartmann y Curry permanecen en la misma posición que la situación anterior, no se han movido.

- al cabo de un rato, en un estado de conciencia a que este lugar te conduce sin el menor esfuerzo, los vórtices suben a 29.000 ubv, las líneas Hartmann y Curry del interior del yacimiento han desaparecido, pues las Hartmann han pasado al exterior, concentrándose en torno a los muros. Las Curry, que también han desaparecido del interior del recinto, no he podido localizar adónde han sido trasladadas.

- cuando abandonamos el lugar, todo vuelve a la “normalidad” de 13,000 ubv y las líneas Hartmann y Curry regresan a su posición habitual.



Vórtice de La Gessera en la zona Oeste del yacimiento. Una roca marca la posición y las dimensiones del mismo.


Debido a que en todo este proceso la única variable es la presencia humana, creemos que todo este proceso de modificaciones radiestésicas se produce precisamente en cuanto las personas entran en el lugar. Es decir, que el motor de todo lo que pasa es la mente humana. Algo absolutamente impresionante y que debe de producirse en pocos lugares del planeta.

Mi conclusión es que La Gessera es un lugar energéticamente singular que, en realidad, posee tres niveles energéticos a la vez: 13.000 ubv, 5.000 ubv y 29.000 ubv. La mente humana va seleccionando cada uno de ellos siguiendo un estado de conciencia que le lleva de la no-relación (cuando estás fuera) a la identificación con el lugar para "abrir" nuestro perfil emocional y armonizarlo (cuando llega a 29.000 ubv). Podría darse el caso de que varias personas, según sea su posición respecto al yacimiento, tuvieran percepciones energéticas diferentes al mismo tiempo: los que estuvieran fuera de La Gessera percibirían los vórtices a 13.000 ubv mientras que los que estuvieran dentro lo harían primero a 5.000 ubv y finalmente a 29.000 ubv.

En efecto, por el nivel "habitual" de La Gessera, de 13.000 ubv, y corroborado por las reacciones de las personas con las que he visitado el yacimiento, deducimos que este es un lugar para armonizarnos emocionalmente liberándonos de problemas emocionales que hemos interiorizado en lo más oculto y profundo  de nuestra psique y de los que seguramente no somos conscientes pero que están afectando negativamente a nuestra vida diaria. La explicación es que las 13,000 ubv de La Gessera “abren” el perfil emocional de la gente y actúan sobre él; precisamente un perfil emocional armonizado “vibra” a partir de ese nivel energético (entre 13.000 y 15.000 ubv).



La Gessera. Los vórtices energéticos y las corrientes de agua subterránea. Obsérvese que el vórtice de la izquierda está sobre un cruce de corrientes de agua (y también en la zona de un cruce Hartmann, según se aprecia en el gráfico de más abajo) y el grande de la derecha está recorrido por otra corriente de agua (y un cruce Hartmann con una línea Curry en el centro del mismo, según el gráfico de más abajo).




Tres niveles de energía a la vez

Lo primero que sorprende es la estructura energética del lugar. Resulta que he podido constatar hasta 3 mediciones energéticas diferentes, acompañadas de distintas disposiciones de las líneas Hartmann y Curry, según desde dónde hacía la percepción y cuál fuera mi actitud hacia los vórtices.

En primer lugar, hice una medición desde mi casa, con el resultado siguiente:



El nivel energético del conjunto es de 13,000 ubv, tanto en el interior como en el espacio exterior inmediatamente contiguo. Los vórtices tienen el mismo nivel de 13,000 ubv.

Cuando se visita La Gessera se percibe una negatividad muy fuerte en los vórtices. En efecto, el nivel es de 5,000 ubv y la sensación de malestar era muy potente para las personas que tienen una cierta capacidad de percepción. Inexplicablemente, pues, el nivel baja de 13,000 ubv a 5,000 ubv. en estos vórtices en cuanto se entra en el lugar.

Este es el gráfico del momento de la entrada en el yacimiento. Aparentemente, nada ha cambiado, pero se han producido modificaciones importantes de niveles de energía en los vórtices. La única variación ha sido la presencia humana.



Continúan las sorpresas. Al cabo de unos minutos de permanecer en el yacimiento, la estructura energética sufre una modificación aún mayor: los vórtices se sitúan a 29,000 ubv y las líneas Hartmann y Curry del interior han desaparecido, pues -como digo en la Introducción- las Hartmann han pasado al exterior, concentrándose en torno a los muros. Las Curry que han desaparecido del interior del recinto no he podido localizar adónde han sido trasladadas. En el exterior, pues, habría ahora 10 líneas Hartmann en los muros Norte y Sur y 7 líneas Hartman en los muros Este y Oeste (quizá el número de líneas sería mayor, pues era muy difícil percibirlas todas al estar tan juntas), mientras que anteriormente (en situación diríamos “normal”), las líneas Hartmann eran 6 y 5, respectivamente. Las nuevas líneas del exterior de los muros tendrían una longitud de unos 80 cm y no se prolongaban más allá; no hay que descartar que estuvieran unidas en zig-zag, pero, como digo, son muy difíciles de percibir una a una al estar tan concentradas.

Aparte del nivel de los vórtices con 29,000 ubv, más modificaciones habían tenido lugar. La media del yacimiento había subido a 22,000 ubv, aunque el inmediato exterior permanecía en 13,000 ubv. Este es el gráfico:


Las características de La Gessera apuntan a ritos de tránsito, es decir, a los ritos propios de los cambios de edad (de la niñez a la pubertad, por ejemplo). Incluso el hecho de que el vórtice de parte Este sea tan grande lleva a pensar que será lugar de un rito colectivo. Se trataría de que estos seres humanos se liberasen de problemas emocionales que pudiesen arrastrar, o, también, para que se convirtieran en personas con un perfil emocional armonizado, y así entraran en la vida social de la tribu con un nivel de madurez emocional. Estos temas son muy difíciles de tratar incluso en la psicología actual; seguramente nuestros antepasados descubrieron que lugares como La Gessera armonizaban nuestro perfil emocional, de la misma forma que entendieron que un nivel energético muy alto (los lugares sagrados) “abría” nuestro perfil espiritual, o que un nivel energético extraordinariamente bajo era idóneo para enterrar a los muertos (aquí la descomposición de los restos orgánicos es más rápida que en cualquier otro lugar). Por otra parte, La Gessera sería la muestra de que ya en sociedades que consideramos "primitivas" existía una preocupación y un tratamiento de temas psicológicos: las dataciones del yacimiento le dan una antigüedad de 2.700 años, anterior a la cultura íbera. Estamos asistiendo a los primeros pasos de la Psicología, lo que hace de La Gessera un lugar aún más singular y especial. 



La Gessera y el perfil emocional del ser humano

Como decimos, por el nivel energético de 13,000 ubv, pensamos que La Gessera está diseñada para trabajar el perfil emocional de las personas.

Nos estamos refiriendo a nuestras reacciones emocionales puntuales ante situaciones dadas: al estar en un lugar, ver a una persona, recordar un hecho pasado... Son las reacciones de miedo, asco, ira/odio, tristeza... Y también, en el lado positivo, alegría y felicidad. Nuestro perfil emocional “normal” está entre 13,000 ubv y 15,000 ubv. Un perfil emocional por debajo de 13,000 ubv debe llevar a preocupación.

Cuando sentimos miedo desproporcionado porque estamos a oscuras o por el recuerdo de una experiencia vivida, o el que siente ira/odio ante la persona diferente (xenofobia, homofobia...), un asco irrefrenable ante una serpiente o una araña, etc., entonces nuestro perfil emocional  tiene un problema. Seguramente en estos casos estaremos emocionalmente por debajo de los 13,000 ubv. Es el mundo de lo irracional más profundo. Son reacciones que no podemos controlar. Tenemos un emoción porque tratamos de adaptarnos y comprender una situación dada: un lugar, un recuerdo, una persona...




Muchas preguntas

Los interrogantes son muchos. Todo lo que decimos pide de ser investigado en profundidad.

→ ¿los cambios energéticos son simplemente una característica de los lugares con 13,000 ubv?

→ ¿se deben a una intervención humana (de un chamán/sacerdote) que ha establecido un proceso, a partir de lugares con 13,000 ubv, donde podemos liberar emociones?

→ ¿es la observación y la presencia o no presencia del ser humano la que produce todas estas modificaciones?

→ cuando el nivel del vórtice llega a 29,000 ubv y cambia el observador, ¿se mantiene el mismo nivel o baja a 13,000 ubv o a 5,000 ubv según el caso?

→ ¿puede haber percepciones diferentes y al mismo tiempo de diversas personas según sea su “actitud” y ubicación respecto al vórtice?


Por mi parte, yo percibo desde mi casa que el nivel en estos momentos es de 13,000 ubv, pero que si yo estuviera ahora en los vórtices de La Gessera, el nivel sería de 29,000 ubv. Es decir, dos niveles de energía al mismo tiempo según sea mi posición. Como digo en la Introducción, sería posible, pues, que varias personas, al mismo tiempo, desde posiciones y actitudes diferentes, obtuviesen mediciones distintas del nivel energético de los vórtices de La Gessera.

Mi opinión es que es el observador el que, según su posición y actitud, “interactúa” con el vórtice y ambos -observador y vórtice- modifican en nivel energético y mueven las líneas Hartmann del interior del yacimiento. La presencia humana es, pues, la condición para que este proceso de cambios se produzca.

Esto me recuerda mucho al experimento de física cuántica documentado en el siglo pasado por el cual un haz de luz se mueve como ondas o como partículas según haya o no un observador humano. O el célebre ejemplo del gato de Schröedinger, o el que el gato dentro de  la caja estaba muerto y vivo a la vez, y sólo cuando un observador abría la caja el gato estaba en una u otra situación. La Gessera sería, pues, ese gato de Schröedinger que tendría tres niveles de energía a la vez y que sólo adopta uno de ellos según sea la posición del observador.

Se podría decir, pues, que los vórtices de La Gessera adoptan tres posiciones: a) de “reposo”, cuando nadie interactúa con él o se contempla desde la distancia, 13,000 ubv; b) de “negación”, al primer contacto humano, quizá porque la persona acaba de llegar y no está en la actitud apropiada, 5,000 ubv; c) de “aceptación”, cuando la persona, después de un rato de permanecer en el lugar, ha entrado en el estado de conciencia adecuado, 29,000 ubv. y su perfil emocional comienza a ser armonizado por la energía de los vórtices.



Algo de astronomía

Todavía hay más elementos a considerar. La "calle central" de La Gessera está orientado Este-Oeste, de forma que recibe los rayos del sol directamente en los equinoccios (21 de marzo y 23 de septiembre). Los equinoccios marcan los cambios de estación y, por consiguiente, este indicador solar constituye un buen calendario anual que nos avisa de en qué fase del ciclo agrario estamos. Estos marcadores han sido utilizados por nuestros antepasados desde la Prehistoria. Sin ir más lejos, la Roca Caballera de Calaceite, monumento megalítico, también tiene un indicador de los equinoccios. Estos conocimientos se ritualizan y forman parte del sistema de creencias de estas sociedades, pues todavía no existe el nivel científico suficiente para entender la dinámica de los movimientos solares.



Equinoccio de marzo de 2019. El sol ilumina la "calle central" de La Gessera y sus vórtices (foto: Francesc Sabaté)


Como es obvio, los vórtices de La Gessera están en la zona que ilumina el sol en los equinoccios. El sol, pues, considerado como un dios hace unos milenios, iluminaría y sacralizaría estos puntos tan singulares del yacimiento en fechas tan principales del año.

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